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Tras 2 años de Tripartito, siguen con excusas y sin asumir su responsabilidad tras subir los impuestos

El portavoz económico del gobierno tripartito, vuelve a atacar al Partido Popular porque no tiene argumentos para defender la subida de impuestos que han aplicado en Crevillent.

Salen de nuevo con la cantinela de la herencia, que de verdad les digo que ya está aburriendo a los vecinos, que no se la creen.

Déjense de excusas y expliquen a los vecinos la verdad, los vecinos de segundas residencias, es decir los que tienen un campo, que van a tener que pagar por la tasa de la basura lo mismo que pagan por su vivienda en el pueblo, cuando estas viviendas no  utilizan con la misma intensidad el servicio de recogida y tratamiento de basura, únicamente los fines de semana y los meses de verano; cuando en el extrarradio no se da el mismo servicio que en el casco urbano, un vecino o vecina del extrarradio tiene que recorrer algunos kilómetros en su vehículo para llevar la basura al contenedor, ¿o el gobierno de izquierdas va a colocar más contenedores en el extrarradio para equiparar con el servicio  que se da en el casco urbano? ¿No se cobra lo mismo?

El portavoz económico del tripartito ni se ruboriza, al utilizar como argumento para justificar la subida, “una sentencia del Tribunal Supremo nos obliga”, no es cierto, ninguna sentencia obliga a la equiparación del extrarradio con el casco urbano, tan legal es la equiparación, como el diferente trato ante servicios distintos, la equiparación, por lo tanto, es una decisión política.

Y ahora que tienen la oportunidad de enmendar en parte el error que cometieron al penalizar el extrarradio, se dedican a hablar de tasas deficitarias y de herencias envenenadas. Herencia envenenada la denuncia de la izquierda al Ayuntamiento por la planta de Abornasa, que provocó el cierre de la sección doméstica de la planta, con el encarecimiento del tratamiento, al tener que llevar los residuos a la planta de Elx, mucho más cara a la que el gobierno del PP hizo frente sin subir la tasa, y el despido de trabajadores crevillentinos de la planta, eso si que fue una buena herencia de la izquierda. Ahora les ha subido de nuevo el coste de la planta de Elx y el tripartito recoge las consecuencias que ellos mismos provocaron.

Y es que cuando no se tienen argumentos sólidos se intenta criminalizar y señalar con el dedo a quien les molesta:

El portavoz económico de la izquierda señaló con el dedo a nuestros restauradores, diciéndoles “muy bien merecéis que nadie vaya a vuestros restaurantes” cuando protestaron con motivo de las restricciones en la pandemia.

Me señaló a mi misma, cuando por hablar de manera clara y contundente en un pleno me acusó de manera retrógrada y machista de ser “una mujer al borde de un ataque de nervios”.

Y ahora señala a los crevillentinos y crevillentinas que, con su esfuerzo y trabajo, pueden disfrutar de un campo como segunda residencia.

Cuando no hay argumentos valen las acusaciones infundadas, o eso piensa la izquierda de Crevillent.

En el pleno de enero presentamos un ruego apelando a la sensibilidad que siempre pregona la izquierda, que dice abanderar las causas sociales, que son el govern de les persones, eslóganes que utilizan en época electoral y que ahora, por lo visto, guardan en un cajón a la espera del próximo mitin.

No son sensibles con la situación de muchos de nuestros vecinos y vecinas, a los que les está afectando en el ámbito laboral y económico esta crisis sanitaria.